Uno de los motivos de consulta más frecuentes para el médico de cabecera, reumatólogo y cirujano ortopédico es, sin duda, el dolor localizado en la región del hombro, articulación que paga el precio de ser la que mayor amplitud de movimiento tiene de todo el organismo. Se afectan fundamentalmente personas jóvenes en relación con esfuerzos o traumatismos, personas laboralmente activas en relación con trabajos pesados y personas mayores con signos degenerativos en la articulación.

Dependiendo de la intensidad del dolor y del modo y frecuencia de su aparición, será necesario requerir atención médica, tras lo cual se solicitarán los estudios necesarios encaminados a realizar un diagnóstico preciso e instaurar un tratamiento.

En general, exige modificar las actividades habituales, asociando reposo y rehabilitación; todo ello permitirá ganar potencia muscular y flexibilidad. La administración oral de antiinflamatorios no esteroideos ayudará a disminuir el dolor y la inflamación. Cuando este tratamiento fracasa, o en cuadros muy dolorosos, están indicadas las infiltraciones en las cuales se combinan un anestético y un corticoide.